Este año de nuevo fuimos al rancho y pizcamos algunas ciruelas que aún les faltaba por madurar pero había qué aprovechar la vuelta así que regresando a casa esperé pacientemente el proceso para ver qué preparaba con ellas.
Para todas aquellas que usan los búlgaros y los tíbicos sabrán cuán deliciosa y saludable es esta agua fermentada y en su segunda fermentación usé las ciruelas. El agua tomó un color rojizo obscuro hermoso y el sabor... no se diga!
10 cucharadas de tíbicos (búlgaros de agua)
2 litros de agua hervida y a temperatura ambiente
1 piloncillo grande
8 ciruelas maduras deshuesadas y partidas a la mitad
En una jarra de vidrio ponemos el agua y el piloncillo, dejamos reposar hasta que éste se disuelva, agregamos las 10 cucharadas de tíbicos, tapamos con manta de cielo para que no se acerquen los mosquitos y así evitar nos contaminen el cultivo. Dejamos reposar por 2 días fuera del refrigerador.
Después de este tiempo, colamos los tíbicos y el agua la vacíamos en una jarra o recipiente de vidrio, enjuagamos los tíbicos y de nuevo los ponemos en un frasco con un poco de piloncillo.
En la jarra donde tenemos el agua fermentada, agregamos las ciruelas y si están muy maduras, podemos exprimir su pulpa. Tapamos con manta de cielo y dejamos fermentar por 1 día fuera del refrigerador (a esto se le llama segunda fermentación, cuando se agrega la fruta), después de este tiempo, lo dejamos fermentar 1 día en el refrigerador.
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